Aunque Judith y Josep Maria vienen de tradición transportista, ambos se embarcaron con este proyecto, Traginers del Vendrell. Reconocen que siempre han tenido un punto de locura y valentía que les ha hecho llegar donde están, una de las mayores empresas de transporte de pienso de Europa.
Hace treinta años que dos familias ligadas al transporte y la logística, una al cereal y la otra al pienso, decidieron fusionarse para crear Traginers del Vendrell. Ellos eran Judith Cabré y Josep Maria González, dos emprendedores que, aparte de ser amigos, decidieron unir fuerzas en el sector del transporte, basándose en la experiencia, pero apostando por la valentía y la innovación tecnológica. Empezaron con apenas 6 camiones, uno conducido por el propio Josep Maria, y en la actualidad cuentan con una flota de más de 140 camiones, 30 de ellos alimentados con gas natural. Pero como ambos reconocen, hasta llegar aquí han recorrido un duro camino, en el que han trabajado sábados, domingos, festivos, y siempre que ha hecho falta y que su pasión, su empresa, así lo ha necesitado, pues el transporte de pienso es uno de los más complejos y exigentes, logísticamente hablando.
“No podemos prever rutas fijas, el cliente demanda cuando necesita, y también tenemos que tener en cuenta las grandes lluvias y las nevadas, pues el acceso a nuestros clientes empeora significativamente, pero sus animales deben comer igual. Prácticamente, debemos estar operativos las 24 horas del día”, reconoce Josep Maria. “Intentamos ser socios de nuestros clientes, que ellos se despreocupen de la parte logística, ya lo hacemos nosotros escogiendo el camión que mejor se adapta para llegar, más grande o más pequeño, en función de los pedidos que hagan”, remata el responsable de operaciones. Mientras Judith, en la oficina, se encarga de encontrar la financiación necesaria para seguir creciendo y mejorar el servicio ofrecido a los grandes fabricantes de pienso, que en definitiva son sus clientes. En la actualidad, se ve apoyada por su hija Marta Pedret, la tercera generación, que si su madre le da el visto bueno, será su sucesora en la gerencia de la empresa, el día que ella se jubile, aunque todavía queda mucho para eso.
El rigor y la seriedad de Traginers del Vendrell los ha situado como una de las mayores empresas de Europa de transporte de pienso. “Tenemos la ISO 9001 en sistemas de gestión de calidad y la certificación ISO 14001 en gestión ambiental, así como la estricta certificación holandesa GMP+ para el transporte de pienso”, nos revela Judith. Esta última acreditación, con la que pasan una auditoría anual, exige ciertas medidas y protocolos, que van desde las nuevas contrataciones de conductores hasta el día a día. De este modo, los nuevos conductores de Traginers del Vendrell realizan quince días de prácticas de aprendizaje, acompañando a otro conductor veterano, antes de ponerse al volante de un camión. Debemos tener en cuenta que esta empresa de Tarragona, aunque solo realiza transporte nacional, mueve 4.500 toneladas de pienso diarias y realiza 500 servicios diarios. En este contexto, con esta exigente certificación, la empresa de transporte solo puede permitirse un 0,1 % de margen de error al año, o lo que es lo mismo, solo puede equivocarse dos veces con un mismo cliente al año. Aunque la certificación les exija este limitado margen de error, Josep Maria reconoce que uno de los estándares de Traginers, aun antes de esta certificación, es mirar por el cliente: “Si nosotros no cuidamos a nuestros clientes, alguien lo hará por nosotros”, apostilla.
Varias bases operativas
Con toda esta presión, sin equívocos y aprovechando las sinergias de transporte, trabaja Josep Benet, el logístic manager de Traginers del Vendrell. Desde su base central de Reus, coordina los propios vehículos que operan desde allí, así como los chóferes de las otras plataformas afincadas en Zaragoza, Valencia, Lleida y Murcia, que también cuentan con sus propios operadores logísticos, pero que se coordinan con Benet.
Fuente: SoloCamión.Es